miércoles, 9 de octubre de 2013

Guía de Práctica Clínica para el manejo del dolor en niños con cáncer

En 2006, un Comité de Expertos del grupo de trabajo de la EAPC (Asociación Europea de Cuidados Paliativos) en Cuidados Paliativos para Niños y Adolescentes, desarrolló un documento de consenso para Europa en el que se definieron e identificaron los estándares en el cuidado de los niños con una enfermedad incapacitante para la vida o con una enfermedad terminal. En este documento denominado "IMPaCCT: Standarguidelines for Pediatric Palliative Care in Europe” (IMPaCCT es un acrónimo de “International Meeting for Palliative Care in Children, Trento”),  se abordaron todos y cada uno de los aspectos que confluyen en el trascurso de la enfermedad del niño, desde la definición de CCPP Pediátricos, Unidad de Atención, el Equipo de Cuidados paliativos, líneas de actuación, aspectos sociofamiliares, psicoemocionales, espirituales, etc, etc, etc.           

A la hora de abordar el control de síntomas en el niño con cáncer o con patologías no oncológicas incapacitantes o amenazantes para la vida, el dolor es considerado como el principal síntoma a tratar en Cuidados Paliativos pediátricos; así, mereció un trato especial por parte de los expertos de la EAPC en un apartado denominado “Principios fundamentales en el control del dolor”, afirmando que “todos los niños deberían tener acceso a un tratamiento farmacológico, psicológico y fisioterápico profesional, del dolor y otros síntomas 24 horas al día, 365 días al año”.

Desde que el esperanzador documento firmado por el IMPAaCCT se publicó, se ha avanzado tan lentamente en el campo de los Cuidados Paliativos Pediátricos en materia de recursos, formación e infraestructuras, que la aparición de la “Guía de Práctica Clínica para el manejo del dolor en niños con cáncer” editada hace 3 meses por la Fundación CRIS es un soplo de esperanza para los que trabajamos en Paliativos. Esta guía, además de herramienta terapéutica de gran valor, es toda una declaración de intenciones y una señal inequívoca de que faltan recursos, pero el compromiso profesional permanece. Enhorabuena a todos los compañeros que han participado en la elaboración del documento y a la Fundación CRIS por la iniciativa.


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