Planificación Anticipada de Decisiones

Desde que este blog comenzó su andadura hace un par de meses, la necesidad imperiosa de compartir y facilitar el acceso a recursos de utilidad ha impedido que me haya podido detener en algunos de ellos con calma; el resultado ha sido la puesta a disposición de recursos de una manera un tanto anárquica y sin orden establecido. Pido disculpas. 

Por eso recuperaré un recurso añadido hace algunas semanas para presentarlo convenientemente: la guía “Planificación Anticipada de las Decisiones”, documento de apoyo para profesionales sanitarios, editada este año por la Consejería de Salud y Bienestar de la Junta de Andalucía.

Esta guía ha sido concebida con el objetivo de facilitar a los profesionales sanitarios una serie de pautas y herramientas prácticas que animen y permitan al paciente, especialmente al que padece una enfermedad grave e irreversible,  a expresar, definir y concretar sus preferencias y decisiones respecto al proceso de muerte, y todo ello con la antelación suficiente y en plenas condiciones de hacerlo. En ella se vislumbra toda una estrategia, perfectamente concebida,  de abordaje de decisiones al final de la vida, que se cimenta en el hecho de que la muerte es un acontecimiento esencial en la biografía del ser humano, forma parte de su vida y debe acontecer de la mejor manera posible, a fin de que la persona pueda cerrar su circulo vital de una manera armoniosa.

Es importante no confundir esta Guía de Planificación Anticipada de Decisiones con la "Guía para hacer la Voluntad Vital Anticipada", también editada por la Junta de Andalucía. Esta última, de alguna forma, formaría parte de la primera y con peso específico en el proceso. 

Puedes descargar ambas guías en la pestaña CUIDADOS PALIATIVOS o haciendo click directamente en la portada:

                                  

“Todos los seres humanos aspiran a vivir dignamente... Pero la muerte también forma parte de la vida. Morir constituye el acto final de la biografía personal de cada ser humano y no puede ser separada de aquella de un modo distinto... Una vida digna requiere una muerte digna.”

 (Ley 2/2010, de 8 de abril, de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte)